GOLUCHO
GOLUCHO
Golucho, nació en 1949 en “un Madrid gris , y callado en el que aún se alumbraban velas a los muerto.…” . En Madrid vivió buena parte de la dictadura y mas tarde la transición democrática. Estudio con intensidad ávida el legado de los grandes maestros en el Prado y en el Casón del Buen Retiro. Viajó a París cuando la capital de las vanguardias históricas estaba dejando de serlo y allí vivió el final de la bohemia, experiencia que todavía hoy conserva en su espíritu y en cierta forma le define.
Vuelve a España para cumplir el servicio militar y tras terminar deambula por parques y casas derruidas en el campo y se reencuentra poco a poco de nuevo con la pintura. Explora las posibilidades del realismo, y su búsqueda culmina con la consecución en los años noventa de un lenguaje personal, notablemente novedoso en el escenario de las nuevas figuraciones.
Su mundo se centra fundamentalmente en el ser humano y en el estado del alma,. Busca expresar a manifestación de lo interior a través de lo físico. Escoge personajes intensos y marcados por la vida, de enorme poder comunicador. Les retrata de una manera ásperoa descarnada y singular, usando una técnica muy compleja donde la propia búsqueda se convierte en un nuevo tipo de virtuosismo y emocionante aventura. Usa el soporte como un elemento más de la pintura, rompiéndolo, alterándolo o superponiendo distintas capas. La creación que alcanza altísimas cotas, es para él un periplo de descubrimientos y abandono de lo ya conocido.
Artista de culto para toda una generación de nuevos realistas. Su trayectoria de compromiso y su voluntad de permanecer oculto y alejado de todo circuito oficial hacen de él un prototipo de artista auténtico, sin contaminaciones ni concesiones a la “pintura para encima del sofá ”. Pese a la escasa presencia de su obra en exposiciones y certámenes, su pintura se ha convertido ya en un referente de los nuevos realismos contemporáneos.